¿Qué significa Bibliotecas Ágiles?
La Agilidad no es algo tan nuevo como uno podría imaginarse. Desde hace varios años se viene hablando sobre una nueva filosofía de trabajo basada en la colaboración, en la experimentación, adaptación al cambio y el trabajo en equipos autogestionados, entre otras cuestiones. Si bien su origen está vinculado al mundo del desarrollo del software se extiendió rápidamente a otros ámbitos. Ahora bien, existen diferentes formas de definir la Agilidad. Comparto algunas de ellas:
“Agilidad es hacer cuando no sabés todo lo que necesitás saber para hacer” (Pete Beherns)
“Agilidad no es trabajar más fuerte o más duro, sino que es trabajar de forma más inteligente, generando más valor con menos trabajo” (Steve Denning).
“Agilidad es un mindset: una forma de ser que deviene en otra forma de hacer (y no al revés). (Steve Denning)-
Trasladar la filosofía ágil a las bibliotecas implica cambiar el sistema operativo. La Biblioteca no es Ágil por la velocidad para adaptarse a los cambios, algo que viene haciendo desde siempre, sino por trabajar junto con la ciudadanía para crear nuevos servicios. Ya no es suficiente con escuchar y atender las necesidades de la comunidad, sino que resulta fundamental nutrirse de la inteligencia colectiva para poder innovar. Pero eso no es todo.
El movimiento de datos abiertos impulsó la toma de decisiones basadas en evidencia y la innovación abierta. Contribuir con su gestión, reutilización y preservación, es un rol que las Bibliotecas deberían asumir porque tienen el bagaje suficiente para convertirse en un actor más de este ecosistema. Por otro lado, no se debe olvidar que las bibliotecas son grandes productoras de datos por lo que también deberían ser parte de las iniciativas existentes. Los mismos son insumos fundamentales para redistribuir los recursos y mostrar el impacto de los servicios bibliotecarios.
El avance de la tecnología y ahora de la IA trae aparejado muchos beneficios, pero acentúa también las desigualdades en cuanto a la accesibilidad y las habilidades necesarias para un uso cívico de la misma.
Potenciar el rol de las bibliotecas como agentes de intermediación entre los recursos (datos e información), la tecnología que los soporta y la ciudadanía es parte de este proceso de transformación.
Las bibliotecas han sido y son espacios abiertos e inclusivos. Ahora, más que nunca, es necesario convertirse en un eslabón fundamental para que nadie quede atrás en este proceso de transformación global.
Esto es sólo un avance de lo que representa, en mi opinión, una Biblioteca Ágil. Hay mucho más por descubrir.